EL TURISMO RURAL EN SU MOMENTO CLAVE

El turismo rural no es una novedad, sin embargo, en los últimos años su importancia ha crecido debido a que supone un producto turístico más individualizado y flexible, así como una fuente de ingresos para la economía rural.

Septiembre 2020

Fotos: Enrique Cabanilla

Actualmente —y también a causa de las medidas de distanciamiento social— los turistas se encuentran en búsqueda de experiencias seguras y nuevas formas de alojamiento, a la vez que muestran un interés creciente por el contacto con la naturaleza.

Para que la oferta turística rural logre adaptarse con éxito a las exigencias de esta demanda, requiere de un conocimiento global sobre sus fundamentos, su capacidad de flexibilidad, así como de un dominio de las necesidades emergentes.

¿Cómo entender la ruralidad en el turismo?

El turismo rural es una modalidad que ha existido desde hace muchos años alrededor del mundo. Mateo Estrella Durán, Director Técnico de TurisConsulting, comenta que el interés por la vida en el campo se inició en el siglo XIX, como un proceso de reacción ante la urbanización y el crecimiento de la actividad industrial. De hecho, los primeros personajes en mostrar un interés bucólico fueron los artistas y poetas de la época. Posteriormente, el turismo aprovechó esa ruralidad para atraer a los viajeros a visitar esos ambientes escénicos que, en el caso del país, están presentes de una manera preponderante, al tener un sector rural bastante amplio y cercano a las grandes ciudades.

Por su parte, Enrique Cabanilla, Director de la carrera de Turismo Ecológico de la Universidad Central del Ecuador (UCE), menciona que la clave es el concepto de ruralidad, que en algunos países como España, es entendida en base al número de habitantes. En Ecuador, la ruralidad está determinada por la división política del territorio.

Existen diversas modalidades de turismo rural, dependiendo de las actividades y atractivos. En los últimos años, Ecuador se ha caracterizado por el turismo comunitario, una alternativa para generar otros ingresos dentro de las comunidades, a través de sus recursos culturales, naturales y locales.

El turismo rural y su relación con la sostenibilidad

Ambos conceptos están estrechamente entrelazados, sin embargo, el Director Técnico de TurisConsulting considera necesario diferenciar que no todo turismo rural es sostenible y no todo turismo sostenible ocurre siempre en un entorno rural.

Dicho lo anterior, en la época que estamos viviendo, la gente busca salir del confinamiento hacia espacios abiertos y naturales, donde no arriesgue su seguridad. A esto debemos sumarle que las generaciones actuales de turistas tienen cada vez más interés en destinos responsables y comprometidos con el ambiente.

Esta se presenta como la oportunidad ideal para que las comunidades rurales y los prestadores de servicios aledaños, adopten principios de sostenibilidad y calidad en sus prácticas turísticas, con el objetivo de atraer la actual demanda y captar fuentes de ingreso para su pronta reactivación.

Al respecto, el director de la carrera de Turismo Ecológico de la UCE considera que esta relación estratégica depende de la óptima aplicación de indicadores estrechamente ligados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por un lado, están los más destacados como la protección del patrimonio cultural y natural y la gestión de visitantes y recursos. No obstante, también existen otros de delicado manejo, como la correcta gestión de residuos y emisiones provocados por dichas actividades.

Beneficios para la economía local

El turismo rural genera un sinnúmero de ventajas para el crecimiento de la comunidad en la que se desarrolla, principalmente porque permite y alienta —tanto a empresas como a turistas— a contribuir con las iniciativas comunitarias y de sostenibilidad, de manera responsable.

Cuando esta modalidad de turismo es aplicada de manera comprometida, tiene la capacidad de beneficiar a través de la capacitación permanente y la generación de oportunidades profesionales para el empleo local, en un entorno laboral seguro y con remuneraciones justas.

Además, fomenta la conservación del gasto turístico dentro de la economía local, a través del apoyo a los emprendimientos de la zona, los productores locales y la inversión sostenible en actividades y productos que reflejen su naturaleza y cultura en gastronomía, artesanías, productos agrícolas, entre otros.

Desafíos y transformaciones

Para que esta modalidad turística aproveche de la mejor manera la estrategia de reactivación a través de la oferta interna, Enrique Cabanilla considera las siguientes recomendaciones:

Mejorar constantemente los atractivos rurales en cuanto a indicadores de infraestructura y movilidad.
Implementar campañas de publicidad inteligente, con el fin de visibilizar las características únicas de estos entornos.
Educar la demanda para cambiar su percepción acerca de la falta de confort, limpieza o seguridad de los establecimientos turísticos rurales.
Prestar mayor interés a los estudios de demanda generados, con el fin de desarrollar estrategias y productos turísticos pertinentes.
Obtener certificaciones indispensables para el funcionamiento y que el cumplimiento voluntario de las normas se vuelva obligatorio.
Contener la urbanización excesiva del turismo a través de beneficios entregados a empresas y operadores turísticos que, con sus iniciativas, descentralicen el interés de la demanda.
Anteponer la calidad con posibilidad de medición, no solo como herramienta de mercadeo sino para la generación de productos sostenibles y seguros.
Controlar la informalidad e improvisación de los servicios turísticos.
Evitar apostar a un solo modelo de turismo y mantener siempre fondos de emergencia para situaciones de crisis.

Por su parte, Mateo Estrella comenta que es necesario tener en cuenta los principales cambios que experimentará el turismo post COVID y que beneficiarán a las prácticas en la ruralidad. Por ejemplo, el turismo de masas sufrirá una disminución significativa no solamente por el miedo al contagio sino por la conciencia del daño que este estaba produciendo en el medio ambiente.

Ante la caída abrupta que ha tenido el turismo, a nivel de Ecuador se está repensando el quehacer de esta actividad tan importante para la economía. Esta es la ocasión ideal para incentivar al diálogo entre todos los actores turísticos —academia, sector público y privado— para dejar de lado la comodidad de viejas prácticas, evaluar las nuevas necesidades y llegar una gestión inteligente del turismo.