Es común tener reparos a la hora de considerar si pides algo por delivery durante esta época de pandemia. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, han determinado que no hay evidencia de que la COVID-19 se propague a través de sobres o paquetes.

Estos expertos de la salud afirman que los riesgos de que el virus permanezca en sobres o paquetes, e infecte a cualquier persona que los tome, son muy bajos. De hecho, la OMS afirma que es seguro recibir un paquete de una zona en la que se hayan notificado casos de COVID-19, debido a que “la probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, y el riesgo de contraer el virus causante de la COVID-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es bajo”.

Sin embargo, esto no quiere decir que debamos evadir las medidas sanitarias recomendadas para la emergencia sanitaria. Por ejemplo, es ideal evitar tocarse los ojos, boca y nariz, sobre todo una vez que has manipulado tu pedido. Además, es imprescindible lavarse las manos a conciencia, inmediatamente después de haber tocado correspondencia o paquetes recibidos.

Otra eficiente recomendación es la de abrir y desechar los paquetes o, a su vez, rociarlos con limpiadores a base de alcohol. Varios científicos recomiendan usar limpiadores que contengan al menos un 70% de alcohol o cloro, para limpiar tanto las bolsas como envases de plástico en donde se envía la comida.

Finalmente, si tenemos comida sobrante de la que hemos ordenado a domicilio, lo mejor será transferirla a recipientes propios, antes de guardarla en el refrigerador e inmediatamente, lavarnos las manos.